miércoles, 7 de septiembre de 2011

Procesos automáticos del Siglo XXI

Se han dado cuenta que en algún momento de nuestra vida hemos realizado un proceso que forma parte de nuestra rutina diaria y olvidamos haberlo hecho. A eso es lo que yo llamo, procesos automáticos. Tomemos como ejemplo, el planchar. Planchamos la ropa para ir a la Universidad o trabajo y “olvidamos apagar la plancha”, luego regresamos a nuestro hogar, cuando ya hemos viajado la mitad del camino, para apagar la plancha, y por supuesto, ya la habíamos apagado. Otro ejemplo, es el de la estufa, AHHH si, también el de tomarnos los medicamentos o vitaminas diarias, entre muchos otros.



Pero, ¿qué son esos de procesos automáticos del Siglo XXI? Con esos procesos, me refiero aquellos que hace algunas décadas atrás no formaban parte de nuestra rutina de vida, y que sin embargo, hoy día son parte de nuestro diario vivir. Esos procesos nuevos, se los debemos en gran medida a las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC’s). Estas tecnologías se han arraigado a nuestra vida de sobremanera, a tal punto que en la actualidad muchos no podríamos vivir felices sin celular o computadora, y digo; muchos de nosotros ni siquiera tendríamos trabajo de no ser por las maravillosas TIC’s.



Identifiquemos algunos ejemplos, de lo anteriormente mencionado. El más común, al menos para mí; cuántas veces hemos enviado un correo electrónico y en el hacemos referencia a un documento adjunto, y automáticamente, al terminar de escribir el mensaje y revisar la ortografía, lo enviamos sin adjuntar el documento mencionado. ¿Les ha ocurrido?



¡Otro más! ¿Alguna vez han visitado alguna tienda en la que venden artefactos electrónicos, entre ellos, computadoras? Creo que la mayoría, contestara que sí. Bueno, digamos que necesita un servicio y mientras espera por el, decide utilizar una de esas computadoras de muestra para entretenerse en alguna red social de la que es usuario. Adivine que…, si, se fue de la tienda sin cerrar su cuenta. Ahora sólo nos toca esperar que quien haya encontrado su cuenta abierta, sea un BUEN SAMARITANO.



Ese, lamentablemente no fue el caso de un amigo, que dejo su cuenta de Facebook abierta en una tienda de una compañía de celulares e internet. El MAL SAMARITANO que encontró su cuenta abierta escribió en su perfil comentarios de “si mismo” que todavía son comentados por sus contactos agregados.



ESTA HISTORIA CONTINUARÁ…



Como estos procesos automáticos del Siglo XXI, hay muchos otros.



¡Ayúdame a identificarlos, para hacer crecer esta corta línea de pensamientos!



.

No hay comentarios:

Publicar un comentario